En el mundo de la comida callejera, hay platillos que llegan de la nada y se convierten en auténticas estrellas. Uno de esos platillos, con una historia que es toda una leyenda, es la famosa quesabirria. Un nombre que suena como música para los amantes de la buena comida, pero, ¿de dónde vino este manjar que mezcla queso y birria?
La birria, ese guiso de carne jugosa y sabrosa, es el corazón de las quesabirrias. Este platillo es típico de la región de Jalisco, y su preparación tradicional involucra carne de borrego o chivo cocida a fuego lento con una mezcla de especias que le da un sabor inigualable. La birria es tan deliciosa que no necesitaba mucho más para ser memorable, pero alguien decidió darle un giro creativo.
A pesar de que la versión que originalmente se popularizó era de chivo, su versión de res también fue volviéndose popular en ciudades como Tijuana o Monterrey, adoptando un sabor excepcional que rápidamente se volvió emblemático. Esta transformación creó una fusión única que cautivó los paladares locales y se convirtió en una delicia muy buscada, también en ciudades de Estados Unidos donde ahora es más conocida que la versión de chivo.
Para preparar una clásica quesabirria, lo necesario es tomar la birria recién cocida y se coloca en una tortilla de maíz, similar a un taco dorado. Pero aquí es donde se vuelve mágico: antes de cerrar la tortilla, se agrega una generosa porción de queso. Cuando esta deliciosa combinación se fríe hasta que el queso se derrita y la tortilla se vuelve crujiente.
La leyenda de las quesabirrias se extendió rápidamente, y pronto se convirtió en un fenómeno culinario. La mezcla de sabores, texturas y la combinación perfecta de queso derretido y carne de birria, cautivó a los paladares de aquellos que tuvieron la suerte de probarla.
Hoy en día, las quesabirrias han traspasado fronteras y son un platillo que se disfruta en todo el mundo. Desde los puestos de comida callejera en Tijuana hasta los restaurantes más elegantes, estas delicias fusiona lo antiguo con lo moderno, lo simple con lo decadente, y, en última instancia, nos recuerdan que a veces, la mejor comida es la que surge por pura pasión y creatividad.
¿Unas quesabirrias para la cruda?
Cuando esa resaca te está pasando factura, nada como una quesabirria caliente y jugosa para reconfortar el estómago y elevar el ánimo. La combinación de la carne de res, fundida en queso y la tortilla dorada es como un abrazo cálido para el alma. Pero lo que realmente hace la magia es el consomé: ese caldo aromático, con sabores profundos y una pizca de picante, que revitaliza tu energía y te devuelve a la vida.
Así que, si te encuentras en una batalla épica con la cruda, no busques más allá de una deliciosa quesabirria con su fiel acompañante, el consomé, para revivir y seguir adelante. ¡Es el remedio infalible para las mañanas difíciles!
En la búsqueda de la quesabirria perfecta, no hay otro lugar que La Vicenta. Aquí, transformamos esta joya culinaria en una experiencia inigualable. Preparadas en tortilla doble, ya sea de maíz o harina, se doran a la perfección en la plancha. Rellenas de la jugosidad de la carne de birria, que se funde en queso y luego se corona con una mezcla irresistible de mousse de aguacate, cebolla, cilantro fresco y el caldo de birria.
Así que, la próxima vez que te vayas #ALV (A La Vicenta, obvio), ¡no dudes en probar una deliciosa quesabirria! Estarás probando un poco de historia, un toque de magia y, por supuesto, un gran sabor. Reserva hoy mismo y siguenos en nuestras redes sociales para conocer más acerca de la historia de deliciosos platillos.