Últimamente hay un chisme dando vueltas: que la parrilla de La Vicenta está “haciendo cosas raras”. Que si los cortes están llegando más jugosos, que si el aroma sale más fuerte de la cocina, que si la mesa de al lado pidió lo mismo “porque olía muy cabrón”.
Y mira… cuando varios invitados empiezan a decir lo mismo, algo hay.
No es truco, no es moda, no es receta escondida.
Es simplemente la parrilla haciendo su trabajo como se debe.
Entonces, ¿qué está pasando realmente?
Pues que el carbón está en su mejor etapa. Ese fuego que deja marcas que importan: el sellado perfecto, el jugo que se queda adentro y el sabor ahumado que solo se logra cuando las cosas se hacen sin prisa.
Y eso se nota en cada corte:
filete, rib eye, arrachera, cortes para compartir… lo que pidas llega con esa textura y ese aroma que hace que todos volteen a ver tu mesa.
El chisme completo (porque alguien lo tenía que decir)
Lo que la gente está comentando no es nada místico, es puro sentido común:
los cortes saben mejor.
Punto.
Hay quienes dicen que ahora “se sienten más suaves”, otros que “huelen distinto”, y la frase más repetida últimamente es:
“No sé qué hicieron, pero esto está más rico que antes.”
Y sí, así están las cosas.
La experiencia que lo explica todo
En La Vicenta no vas nomás a comer.
Vas a que el plan fluya solo: el carbón encendido, los drinks dobles, el ambiente relajado, la plática que se suelta, la mesita que ya se siente como tu zona de confort.
Y ahí es donde la parrilla se vuelve protagonista.
Es esa presencia discreta pero poderosa que hace que el momento amarre y que tus invitados salgan diciendo “cuando quieras, regresamos”.
¿Quieres comprobar si el rumor es cierto?
Si buscas buenos cortes al carbón en CDMX o Cancún, este es el momento de caerle.
La parrilla está en racha, el chisme es real y los cortes están hablando solos.
#VeteALV (A La Vicenta, obvio) y descúbrelo tú mismo… que aquí los rumores casi siempre terminan siendo verdad.